lunes, 20 de octubre de 2008

¿QUÉ ES LA DEPRESIÓN?

Está ubicada dentro de las psicosis maníaco depresivas en las que se observa una alteración del estado de ánimo.
En un principio, debemos diferenciar la tristeza de la depresión:

Tristeza: forma parte de los sentimientos.
Depresión: implica un problema de enfermedad.

Ahora bien, si la tristeza perdurase en el tiempo y provoca sufrimiento, puede convertirse en un síntoma de depresión.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo que se manifiesta de diferentes formas como ser: irritabilidad del ánimo, consumo excesivo de alcohol y tabaco, disminución de la vitalidad, disminución de la atención, pérdida de la confianza en sí mismo, ideas de culpa, perspectiva sombría del futuro, trastornos del sueño y pérdida del apetito.

TIPOS DE DEPRESIÓN

En rasgos generales podemos diferenciar dos grupos:

Fuerte abatimiento, sin ánimo, sin fuerzas, con culpa e inferioridad.

Los sentimientos están exaltados y el estado de ánimo es de total euforia.

Cabe destacar que ambos grupos se deben a un trastorno en las relaciones con el entorno y las personas.
Asimismo, según la causa que provocaría la depresión, la misma se puede ser clasificada en tres tipos diferentes:

Psicosis Depresivas Sintomáticas: En este tipo de depresiones encontramos una relación causal con una enfermedad física o un trastorno funcional.
En primer lugar encontramos enfermedades del cerebro: arteriosclerosis.
En segundo lugar encontraremos trastornos que se producen fuera del cerebro, pero que influyen negativamente sobre la función cerebral: insuficiencia cardiaca.
Psicosis Endógenas: No aparentan deberse a ninguna causa física directa. Se pueden describir con ayuda del complejo sintomático, por ejemplo: estado de ánimo abatido, insomnio, etc.
Depresiones Neuróticas y Reactivas: Se producen debido a alteraciones graves de las circunstancias personales, por ejemplo: pérdidas dolorosas, inicio del período de jubilación, etc. Determinados medicamentos pueden provocar una depresión de estos tipos.

Por otra parte, según la relevancia o la importancia que adquiera cualquier tipo de depresión, se la puede considerar:

Leve: No tendrá dificultades en llevar una vida laboral y social adelante.
Moderada: La persona podrá continuar desarrollando su actividad social, laboral o doméstica, pero con dificultades.
Grave: Solo mantendrá una limitada actividad social, laboral o domestica. Hay que estar alerta con el riesgo de suicidio.

SÍNTOMAS QUE INDICAN LA EXISTENCIA DE UNA DEPRESIÓN

Los más frecuentes son:

Estado de ánimo decaído.
Ansiedad
Hipocondría (miedo constante a estar o ponerse enfermo)

Asimismo, y de manera más específica, encontramos que los síntomas de una depresión pueden expresarse dentro de dos áreas en una persona: el área psíquica y el área corporal.

ACTIVIDAD FISICA RECOMENDADA PARA LAS DEPRESIONES

Significado de las depresiones para la política sanitaria

Las depresiones se encuentran entre los cuadros patológicos más frecuentes de las sociedades modernas. Son progresivas con el aumento de la edad.
Desde el punto de vista económico, está comprobado que personas con este tipo de trastornos se encuentran incapacitados para trabajar o desempeñar tareas con normalidad dentro de la sociedad, por esta causa la depresión es costosa para el sistema sanitario.
Además de lo costoso que es para la política sanitaria, lo es también para el paciente, ya que los medicamentos para su tratamiento posen precios muy elevados.
Todo esto llevo a que, luego de numerosas investigaciones, se incluyera la actividad física y el deporte en los tratamientos contra la depresión, como coadyuvante.

Beneficios psicológicos de la actividad física y el deporte

Hasta aquí solo hemos hablado de las depresiones como alteraciones de tipo psicológico, sin hacer mención al concepto de salud mental. Este, es un concepto amplio que puede definirse como la ausencia de desórdenes mentales, y la capacidad de afrontar exitosamente los desafíos diarios y las interacciones sociales de la vida.
Los numerosos estudios, relacionados a la salud mental y la actividad física, dieron cuenta de los beneficios que este tipo de actividades provoca en esa área del cuerpo humano:

1) Ansiedad: Los mayores efectos del ejercicio en la reducción de la ansiedad se producen cuando:

El ejercicio es aeróbico (continuo, rítmico y a intensidad moderada) más que el anaeróbico (intenso intermitente o de fuerza.
El programa es al menos de 10 semanas de duración, y preferiblemente mayor a 15 semanas.
Los sujetos tienen inicialmente bajos niveles físicos o altos niveles de ansiedad.

2) Depresión: Los efectos, son generalmente moderados en cuanto a magnitud, comienzan a notarse ya desde las primeras sesiones de ejercicio, y persisten más allá del final del programa de ejercicios. Los efectos mayores se producen cuando:

El programa de ejercicios es mayor a nueve semanas de duración.
El ejercicio es de mayor duración, mayor intensidad, y realizado un mayor número de días a la semana.
El paciente presenta una depresión moderada a severa, aunque esto, actualmente esta en debate.
Por el contrario, excesivas cantidades de entrenamiento físico pueden aumentar el grado de depresión.
Por otra parte, al trabajar el entrenamiento físico de la resistencia, el cuerpo segrega unas sustancias denominadas endorfinas, sustancias propias del cuerpo similares a la morfina, que por una parte alivian el dolor y por otra producen un efecto de euforia.
Las personas con necesidades sociales, deben practicar deportes de conjunto que le permitan el contacto con los demás.

3) Autoestima: La actividad física activa diversos mecanismos los cuales animan el estado de ánimo, reducen las depresiones y los miedos y fortalecen positivamente la autoestima.
Al realizar actividad física, con el entrenamiento de la fuerza aumenta el tono muscular y mejora el ánimo de la persona

4) Sueño: El sueño de una consiste en cuatro o cinco ciclos, cada uno con varios estados. Cada estado produce impulsos nerviosos cerebrales específicos.
En cada ciclo del sueño, una persona alterna períodos de movimientos oculares rápidos (sueño REM) y períodos sin movimientos oculares rápidos (sueño NREM). El sueño REM es un sueño profundo pero no tan reparador como el sueño NREM. Los investigadores del sueño han encontrado que el ejercicio físico aumenta significativamente el tiempo de total sueño y reduce el sueño REM.
El ejercicio tiene un mayor impacto en la calidad del sueño:

En el caso de las mujeres, sobre todo si están en baja forma física o son mayores.
Cuando el ejercicio es de larga duración.
Cuando el ejercicio se ha realizado en horas tempranas del día.

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